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Si, nos toca.

A veces más fuerte, a veces menos, pero con una probabilidad muy alta, te va a tocar a ti también.

Salvo que hayas pasado por una enfermedad o condición de salud específica o que te hayan extirpado los ovarios, o el útero y los ovarios en conjunto, esta etapa de ajustes hormonales serán parte de tu vida en algún momento (o ya lo has pasado, qué suerte!)

LA MENOPAUSIA

En cabina atiendo a muchísimas mujeres que atraviesan en estos momentos la menopausia o la perimenopausia. Y es asombroso como cada mujer lo vive de otra manera, o mejor dicho lo “sufre” de otra manera.

Tanto a nivel físico como a nivel emocional, los cambios hormonales en la mujer son un hecho que influye a prácticamente todas las mujeres, según su edad, su estado de salud, su alimentación, estilo de vida….

Mi estadística personal a lo largo de 24 años es bastante contundente: si debo poner un porcentaje a las mujeres que sufren esta fase de la vida, diría que el 70% siente este cambio de manera negativa o por lo menos no lo perciben como algo agradable.

Se acumulan los posibles cambios físicos con los cambios emocionales, y deja a la mujer en un verdadero limbo: aunque a día de hoy las mujeres son escuchadas mucho más y con oídos más empáticos, sigue habiendo mujeres que prefieren “ignorar” este estado o elegir muy bien con quién hablarlo discretamente….es más: pocas mujeres acuden a su pareja para desahogarse; es más común intercambiarse con una amiga, un familiar femenino o….averiguar en rrss o Dr. Google lo que está pasando con su cuerpo y todo su ser, y qué remedios pueden aliviar esta situación.

Aún es un tema que no se expone de manera muy abierta o naturalmente, incluso me pregunto si la vergüenza puede ser un factor ;ya que vivimos en una sociedad donde el hombre es el que (aún) manda en muchos sectores, directivos, comunicación, deporte, política, finanzas, por nombrar algunos…y hablar de la menopausia y cómo afecta a la mujer en todos los sentidos, puede resultar muy poco “atractivo” o poco conveniente….veo cierto paralelismo con la menstruación: ( aunque me alegro de ver que las nuevas generaciones lo abordan ya de una manera más natural, la sociedad está cambiando, y por lo menos en este sentido hemos avanzado )

Ciertos días del mes funcionamos “peor”, en ciertas fases de la vida estamos “diferentes” o “insoportables” (embarazo…también me suena a una fase parecida, donde las premamás pasan por un cierto “caos” emocional, aparte de los tremendos cambios físicos) .

¿Será que hay miedo a sentirse excluida, o llamar la atención negativamente en el trabajo, o sentirse menos atractiva para la pareja?

Desde luego las mujeres, o así es como lo percibo yo por lo menos, queremos funcionar bien, sentirnos fuertes para poder trabajar, realizar la vida que soñamos, atender a nuestra pareja, familia, nuestras amistades… queremos estar allí, en primera línea- y que nada nos detenga! Hasta que las hormonas nos hacen una mala jugada. (Si eres de las afortunadas que no sufren este tipo de alteración hormonal, te felicito de corazón, pero quizás te interesa seguir leyendo, asimismo, ya que seguramente conoces a una mujer que sí lo está pasando mal en estos momentos.)

Pero volvamos a la realidad concreta de la menopausia: entre todos los síntomas que pueden existir, destaco los siguientes, que me comentan muy a menudo:

  • calores
  • sofocos nocturnos
  • insomnio
  • mala calidad de sueño
  • aumento de peso
  • cambios de humor
  • estado depresivo
  • cambios fisiológicos en las mucosas y en la piel
  • falta de libido

La lista podría ser mucho más larga; aquí me he limitado a compartir los más mencionados en mi trabajo.

Entre tantos síntomas, destaco el aumento de kilos y sus consecuencias a nivel anímico. Me vienen tantas clientas quejándose sobre todo del aumento de peso y la distribución de la grasa corporal…que me motiva a ayudar, escuchar y buscar soluciones.

El cuerpo y su forma cambia, adaptándose a una etapa de la vida donde la fertilidad no está ya en primer plano. Esta “transformación” no suele “mejorar” nuestra figura precisamente, y tarde o temprano se pueden desarrollar mayores cantidades de adiposidades alrededor de la cintura, las caderas, los brazos, el mentón…

El metabolismo puede ralentizarse, y cada kilo engordado puede costar el doble de trabajo quitárselo de encima que 20 años atrás. ¡Realmente puede ser desesperante! ¡Pero! No es un callejón sin salida. Y ahora te explico el porqué.

A lo largo de los años puedo decir que las mujeres que han realizado deporte de forma regular, que se alimentan de manera equilibrada, se dan sus masajes o visitan un spa para desconectar con cierta frecuencia y que tienen un estado mental “en paz”, suelen sentir mucho menos los síntomas en cuestión. No es casualidad. Tampoco vale decir que es una cuestión puramente genética, ya que el estilo de vida y la forma de cómo se afrontan ciertas fases de la vida, pueden hacer esa diferencia a la hora de experimentar posibles síntomas en mayor o menor grado.

 La actitud ante la vida, el deporte, moverse al aire libre, tener amistades (vida social),comer bien de verdad….todo esto influye positivamente en nuestro organismo y por supuesto en nuestras hormonas.

Y lo que, SIEMPRE recomiendo, porque SIEMPRE trae grandes resultados, es:

Tener (o adquirir!) hábitos que nos acerquen a nuestras metas (por ejemplo: equilibrar el peso, recuperar fuerza, sentirse cómoda en su propia piel) Y QUE SIGAMOS A RAJATABLA  Y CON DISCIPLINA:

  • actividad física (si es al aire libre, mucho mejor)
  • alimentación específicamente enfocada en esta etapa femenina
  • suficientes horas de sueño/reposo
  • autocuidados adecuados (piel, masajes, productos de calidad ante todo! )
  • “ayuda” de profesionales cualificados para guiarnos (ginecólogo etc.)
  • suplementos naturales pueden mejorar sustancialmente tu estado anímico y físico- yo recomiendo encarecidamente probar GINEVITEX ORIGINAL, un suplemento a base de la planta “VITEX AGNUSCASTUS”, es natural y regula las hormonas femeninas en sus diferentes etapas. Un verdadero regalo de la naturaleza)
  • hobbies y vida social según el carácter y la personalidad (¿reírse un buen rato es muy saludable, lo sabías? ¿O prefieres unirte a un club de ajedrez? ¿O Bachata? ¿O salir a pasear con tu perro?) Da igual…mientras seas constante y te dé alegría, aconsejo ser regular en este aspecto, ¡tu ser te lo va a agradecer!

Nadie nos impone sentirnos deprimidas, nadie nos obliga a sentirnos frustradas…pero sí que tenemos la LIBERTAD de decidir cómo actuar y cómo pensar.

No es un camino de rosas, pero tampoco tiene que ser un valle de lágrimas, o una pendiente llena de rocas y demás barreras.

La menopausia es un proceso natural, y percibirlo como tal, sin resistencia, pero con una actitud proactiva, será la clave a la hora de afrontarla.

Desde luego no estás sola, somos millones y millones de mujeres que sentimos directamente las consecuencias de nuestras hormonas. ¡Y si miras a tu alrededor, no todas andan con cara de circunstancias por la vida! Aunque tampoco causa una alegría desbordante, está claro.

Debemos hacer algo, ¿no? Debemos seguir adelante, por nosotras y por tod@s los que nos rodean y que estimamos.

Acudir a un profesional que pueda guiarnos es siempre una muy buena opción. Ya sea un@ ginecólog@, nutricionista, coach, psicólog@, entrenador@ personal, profesor@ de yoga, esteticienne, masajista……..hablar para poder ser aconsejada, y compartir sensaciones y experiencias para sumar conocimiento .

¡Si tu deseo a sentirte bien es más grande que tu miedo a hablar de lo que te pasa o preocupa, te habrás acercado ya mucho a una mejoría!

Y por último…

Es evidente que tantos cambios pueden también perjudicar la autoestima- y una vez más- la actitud nos podrá ayudar a pasar esta fase de manera más suave y llevadera. Sé paciente contigo, y quiérete aún más, es un regalo que debes hacerte a diario.

Conozco muchas mujeres que han tomado las riendas de sus hormonas y que ahora “conviven” con su menopausia pacíficamente sin sentir rabia ni frustración.

Aceptar nuestro cuerpo, amarlo, cuidarlo…es darle la importancia que se merece- en CADA ETAPA DE NUESTRA VIDA, MENOPAUSIA INCLUIDA.

Regálate unos momentos para ti, para volver a conectar con tu propio cuerpo, comprenderlo, honrarlo y….mimarlo.

Tu mente se beneficiará también, y podrás tomarte la vida y sus “cosas” con mucha más tranquilidad.

Te deseo unas hormonas saludables y equilibradas.

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